Cultura de la basura o una basura de cultura

Hoy no desperté de buen humor, no puedo decir que es algo aislado por que sería mentir, en general las mañanas no son felices, al contrario del tipo de recomendaciones que se suelen dar, que hay que levantarse alegre por que eso marca el estado de ánimo por el resto del día, yo me levanto de mal humor y punto. El tema es que al salir de casa para tomar el colectivo me encuentro una vez más con que en la avenida florece la basura, bolsas que los perros rompen, restos de verduras, papeles varios, pañales, cartones y hasta colchones decoran el paisaje. Debo admitir que el lugar donde vivo no es de los mejores en lo que a calidad de vida se refiere, pero aún así no se justifica este tipo de situaciones, la gente saca su basura, la deja en medio de la calle y se despreocupa, algunos genios incluso la queman, quedando la misma basura pero quemada y un agradable olor a esa mezcla carbonizada que ensucia las paredes y se esparce con el viento. Pero el problema no es sólo en las poblaciones, continuamente se puede ver en las calles del centro de la ciudad, donde practicamente se juega al luche para esquivar los hoyos (algunos no se pueden esquivar ni siquiera con un salto), la caca de los perros y una gran variedad de basura(la caca de los perros igual es basura pero la clasifico aparte para dar al lector un efecto un tanto más catastrófico). Colillas de cigarros, boletas, envoltorios de todo tipo y toda clase de inmundicias....Todas ellas sin lugar a dudas arrojadas por alguna irresponsable mano humana. Es cierto que faltan basureros, pero también es cierto que la gente ni siquiera se preocupa por buscarlos, lo único que les importa es deshacerse de la basura lo cual no van a conseguir por que siempre se quedan con mucha y de la peor, la basura interior, la basura de cultura que cada uno de los que ensucia las calles lleva consigo. No faltan aquellos que sacan sus bolsitas precisamente el día en que no pasan los camiones a recogerlas, decirles imbéciles es ofender a los propios imbéciles, las bolsas quedan expuestas a los animales y a las moscas, pero no me extraña, al fin y al cabo es su cultura, la cultura de la basura.